miércoles, 22 de mayo de 2013

La Zorra y el Cocodrilo

Un día, discutía la Zorra y el Cocodrilo sobre la nobleza de sus antepasados.

Por largo rato habló el Cocodrilo acerca del origen de sus ancestros, y terminó por decir, que sus padres habían llegado a ser los guardianes del gimnasio. La Zorra le respondió:

"No es necesario que me lo digas mi buen amigo. Las cualidades de tu piel demuestran muy bien que desde hace muchos años te dedicas a los ejercicios de gimnasia."

Moraleja
Recuerda siempre que lo que bien se ve, no se puede ocultar con la mentira.




La Zorra, el Perro y el Corderito

Una vez, entró una Zorra a un rebaño de corderos, y al ver a un Corderito sólo, se acercó a él fingiendo acariciarlo. Un Perro que cuidaba este rebaño, se dio cuenta de lo sucedido, de inmediato se acerco a ésta y le preguntó:

"¿Qué cree que estás haciendo señora Zorra?"

"Pues acaricio y juego con este pequeño Corderito mi buen amigo" - contestó con cara de inocencia la astuta Zorra.

El Perro molesto le respondió:

"¡Pues vaya soltando de inmediato a ese corderito si no quiere conocer las "caricias" de mis dientes!"

Moraleja
Quien se acostumbra al engaño,
él mismo labra su daño.



La Gata y los Ratones

Una vez, en una casa abandonada, se acercó una colonia ratonil, y encontrándola cómoda, decidieron establecerse en ella. Estos visitantes felices por el nuevo hogar y la generosa comida, no se percataron de la presencia de una Gata, que sin pensarlo dos veces, fue engullendo de inmediato, a los nuevos huéspedes uno a uno.

Los pocos Ratones que se salvaron, se ocultaron en sus escondites temiendo que esta voraz enemiga los atrape. La Gata al ver que no los podía atrapar, ideó una manera para poder atraparlos. Así que se subió a un madero elevado, y colgándose de este, fingió estar muerta. Los Ratones al verla en esa postura "ridícula", le dijeron:

"¡Oiga señora Gata! ¡aunque fuese usted un saco, igual no nos acercaríamos!"

Moraleja
Quien ha sufrido un revés,
que no lo sufra por segunda vez.



El Hombre y el León

En una ocasión, caminaban juntos un Hombre y un León, hablando y elogiándose a sí mismos con exageración sus fortalezas. Más adelante en su camino, encontraron una estatua de piedra que representaba a un hombre estrangulando a un león. El Hombre orgulloso, mostró a la fiera dicha estatua, y le dijo:

"¿Ya ves amigo León?. Los Hombres somos más poderosos que ustedes los Leones."

El León sonriendo respondió:

"Si los Leones supiéramos hacer estatuas, también verías a tus semejantes bajo las garras de un León."

Moraleja
Muchos presumen con palabras, mas luego la experiencia los ridiculiza.



La Cierva tuerca

Cierta vez, una Cierva tuerta, pastaba a orillas del mar, y para estar atenta al ambiente del peligro, usaba su ojo intacto observando hacia la tierra contra la posible llegada de los cazadores, y el lado que carecía del ojo, en dirección al Mar, pues de allí, no esperaba ningún peligro. Sin embargo, unas personas que navegaban por dicho lugar, vieron a la Cierva, y sin pensarlo dos veces, la atacaron con dardos.

La Cierva agonizando, se dijo:

"¡Pobre de mí!. Vigilaba tenazmente la tierra que creía llena de peligros, y al Mar, que consideraba un pacífico refugio, me ha brindado un triste fin."

Moraleja
Jamás excedas la valoración de las cosas. Procura ver siempre sus ventajas y desventajas de forma balanceada.